Por Nivardo Córdova Salinas / @nivardocordova
El poeta Marco Antonio Corcuera, en la campiña arequipeña. (Foto: Fundación Marco Antonio Corcuera) |
El poeta Marco Antonio Corcuera (Contumazá, 1917 – Trujillo, 2009) tiene una presencia trascendente no sólo por ser una voz personalísima en la literatura peruana y latinoamericana, sino por su valioso legado cultural y humano. Así lo confirma la reciente publicación de Trina el pájaro ciego / The trill of the blind bird (Cuadernos Trimestrales de Poesía, 2015), antología bilingüe castellano-inglés de su obra poética, que fue presentada públicamente en la Universidad de Piura, Campus Lima.
La Fundación Marco Antonio Corcuera, que amorosamente conducen su esposa Celia (su leal compañera de toda la vida) y sus hijos César (sacerdote), Paul, Julio y Marco Antonio, con la colaboración de escritores, poetas y críticos literarios, se ha propuesto la noble tarea de seguir difundiendo la obra poética y cultural de quien fuera considerado por Luis Alberto Sánchez como “héroe de la poesía del Perú”), pues no solo fue un bardo sino también un promotor cultural.
Portada de The trill of the blind bird. (2015) |
La revista Cuadernos Trimestrales de Poesía y el Concurso Poeta Joven del Perú (donde surgieron escritores esenciales como Javier Heraud, César Calvo, José Watanabe, Antonio Cillóniz o Manuel Ibáñez Rosazza, entre otros), son referentes obligados del quehacer indesmayable del poeta Marco Antonio Corcuera, en cuya poesía además encontramos la continuidad de la tradición poética del Perú, con ecos de Vallejo y también de la poesía del siglo de oro español hasta Juan Ramón Jiménez.
Ahora, en tiempos en que la sociedad está signada por el materialismo, el utilitarismo, el hedonismo y la violencia, todavía hay una luz de esperanza en que los valores éticos son la resistencia frente al caos, y que la poesía y el arte son como un camino de humanismo y de continuación de la obra creadora de Dios, para vivir intensamente la búsqueda de la verdad, el bien y la belleza.
POETA ESENCIAL
Durante la presentación, el Dr. Eugenio Chang-Rodríguez –intelectual peruano, profesor emérito de la City University of Nueva York y de la Universidad de Columbia, en Estados Unidos) destacó la orfebrería del lenguaje del poeta Corcuera, su neorrealismo y nativismo, que “diestramente convirtió los paisajes de su tierra natal en valiosos poemas y narraciones”.
La metáfora que da título al libro es de una belleza sin par, de hondura estética y filosófica. El poeta canta, así como los pajarillos trinan incluso antes de abrir los ojos:
“En la cuesta queda el ansia / va el corazón a pie con su guadaña / trina el pájaro ciego / y Dios descalzo se levanta…” (Eagerness remains on this hill / on goes the heart with its scythe / the blind bird trills / and God rises up barefooted…”)
Al ser entrevistado el Dr. Chang-Rodríguez destacó la continuidad que representa Corcuera respecto a sus predecesores: el Grupo Norte o Bohemia de Trujillo. El poeta Marco Antonio Corcuera enriqueció el oficio con una visión de emprendedor de la literatura –para usar un término en boga-, fomentando vocaciones y animando publicaciones emblemáticas. “Es un bardo presente, actuante, vital, que no solo se queda en la evocación filosófica, sino que va a la acción, porque tenía una sensibilidad social muy grande”, señaló. Y a la vez no deja de ser el poeta que se asombra ante el enigma de la existencia:
“Para eso hemos venido / a descifrar el misterio / Pero el misterio no llega / no nos descubre su velo (…) ni habrá jamás en el mundo / quien diga, estando muerto, / que supo lo que no vio / sintiendo lo que yo siento…” (This is why we came / to decipher de mystery / but the mystery not arrive / it does not uncover its veil (…) nor will exists in the world / who says, that being dead already, / knew what he did not see / feeling what I feel…”
La traductora del libro, Laura León, declaró que el proceso de traducción ha sido todo un reto y una experiencia enriquecedora, “para mantener la sonoridad de los poemas en castellano y la connotación, sin que pierdan su fuerza”. De otro lado, las escritoras Marita Troiano y Alessandra Tenorio abordaron también el estilo, el arte y el conocimiento del oficio literario de Corcuera, destacando su humanidad y cercanía a las nuevas generaciones.
Si hay algo que sorprende, es que el vate no solo trabajó poemas escritos, sino que dio el más grande ejemplo de padre de familia y jefe de hogar, al tiempo que soñador y literario, también desde su labor profesional en el campo del derecho.
El poeta, mostrando un ejemplar conmemorativo de la emblemética revista Cuadernos Trimestrales de Poesía (Foto: Fundación MAC) |
PADRE, AMIGO, HOMBRE…
En lo personal me sorprende el testimonio de unidad y amor familiar. Su hijo, el sacerdote César Corcuera, afirma que su padre: “cantó a la hermosura de la creación de Dios, inspirándose en la naturaleza, fijándose en las plantas pequeñitas así como en los animalitos, bello camino para llegar de lo pequeño a las grandes cosas”.
Asimismo, el Dr. Paul Corcuera –catedrático y director del Instituto de Ciencias para la Familia de la Universidad de Piura-, destacó en su padre “la profundidad de sus convicciones, su forma heroica de vivir, su amor a la familia” y recordó que el poeta tuvo como norte a Jesucristo, citando una frase tomada del Evangelio de San Juan y que, recuerda, el poeta tenía muy presente: “En el principio era el Verbo, y el Verbo estaba con Dios y el Verbo era Dios”. Y citó el verso de su padre: “Para llegar a Dios por el sendero que solo con sandalias se transita”, donde la humildad franciscana distingue a un “poeta claro y sencillo”, como también era el anhelo del gran José María Eguren.
Por su parte, Julio Corcuera, en una entrevista personal expresó que es el amor lo que mueve la empresa de difundir la obra de su padre, y anunció siete proyectos nuevos, entre los que destaca la próxima edición del libro “¿Qué es la poesía?”, “que engloba la definición de poesía que fue tomando a lo largo de su vida de lectura y obviamente abarca desde Aristóteles y Platón hasta la actualidad.
“Es un proyecto que él mismo ensayó y tituló Veinte siglos hablando de poesía, el cual va caminando lento por la minuciosa validación de cada cita y su referencia para no cometer errores”. Asimismo mencionó la “Antología a la rosa”, que abarca los poemas dedicados a esta flor. Otros proyectos son la edición de “Extravagancia”, poemario inédito de 1938, “donde le dedica un poema a Vallejo, y casi podríamos decir es uno de los primeros poemas dedicados al vate santiaguino”; “ Raudales de Silencio”, poemario inédito de 1939 que lleva prólogo del poeta Horacio Alva Herrera; el “Diario personal”, de 1940, donde el poeta Corcuera relata todo lo concerniente a los juegos florales Universitarios de la Universidad Nacional Mayor de san Marcos y sus encuentros con Martín Adán, el extraordinario poeta liberteño Luis Valle Goicochea, entre otros; “Misivas” (cartas con diferentes poetas contemporáneos) y una antología de “Cuadernos Trimestrales de Poesía”. Todo esto demuestra que el poeta Marco Antonio Corcuera está más presente que nunca. (ncs)
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