Buscar este blog

miércoles, 30 de noviembre de 2011

El Sol de los Andes



Diario "El Sol de los Andes" de Huancayo. Su director-fundador es el destacado periodista peruano Pablo O´Brien Cuadros
Este novísimo diario apareció en octubre de 2011 en Huancayo. Es una nueva alternativa de periodismo serio y de investigación en el departamento de Junín. 
Hemos seleccionado la página cultural de homenaje al fallecido poeta peruano Ricardo Quesada (publicada el domingo 23 de octubre de 2011), quien murió en Huancayo en septiembre.

lunes, 28 de noviembre de 2011

Fernando Bryce en Lima: revisitando un clásico contemporáneo

Autor de las obras: Fernando Bryce Vivanco (Perú)
Fotografias: Manuel Morón Pastor (shifeirenyou@gmail.com).

El artista peruano Fernando Bryce Vivanco (Lima 1965), tras varios años de peregrinaje en el extranjero, expone en Lima una amplia retrospectiva de su trabajo plástico paralelamente en el Museo de Arte de Lima (MALI) y en la sala de Fundación Telefónica.
En esta última galería es donde se exhiben los más de quinientos dibujos originales del monumental trabajo de Bryce denominado "Atlas Perú", pertenecientes ahora a la colección personal de Tom Patchett y que fuera publicada en libro hace algunos años.
Definitivamente, en nuestra modesta opinión, esta muestra ha debido circular en todo el Perú..., pero, en fin, podemos ver de cerca cada dibujo que se apropia, con el método del "análisis mimético", de portadas de diarios, páginas de revistas, folletos publicitarios, imágenes congeladas de noticieros de TV,  propaganda gubernamental, entre otros. 
Cabe señalar sabias que Fernando Bryce "estuvo y participo en la onda expansiva del grupo literario Kloaka en la Lima de los 80, con una banda de rock llamada Durazno sangrando, en la que estaban también Octavio Susti (hermano de Alejandro, el poeta y también rockero) y Rodrigo Quijano. Además, según información de primera mano, Bryce tanbien hizo la escenografía del primer recital de Kloaka en el auditorio Miraflores, junto a Quijano y Armando "Chergüin" Williams que fue del taller 'Huayco')
En suma, el trabajo de Bryce es sorprendente... Aquí algunas imágenes:


Autorretrato de Fernando Bryce.


Fernando Bryce ha lanzado, desde su arte, la crítica  más
demoledora contra la pretendida "objetividad de los medios de prensa".

La salita del SIN, una imagen recurrente en el inconsciente colectivo del Perú.

El Perú como postal turística...

El impacto de "lo peruano" tiene larga data...

Perú, Perú, Perú...

El Perú de Videla con ¿la operación Cóndor?

El nacimiento de una nación...

martes, 22 de noviembre de 2011

Recuerdan a Víctor Humareda a 25 años de su muerte


"Retrato del pintor Víctor Humareda" por
Luis José Estremadoyro (artrenewal.org)


Lima, nov. 21 (ANDINA). Hace 25 años, el 21 de noviembre de 1986, falleció el maestro del expresionismo peruano Víctor Humareda, considerado uno de los cinco grandes de la pintura nacional.
Fue un Peter Pan que vivió 66 años. De cabellos alborotados y cuerpo breve. De carcajada ostentosa y rostro sudoroso. De boca bembona y caminar chaplinesco. Se llamaba Víctor Humareda Gallegos y nunca dejó de ser un niño genio.
Como el héroe del país del Nunca Jamás, el pintor nacido en Lampa, Puno, evadía responder cuántos años tenía. Le aterraban por igual la muerte, no pagar el día de su hotel o que lo busquen para cobrarle impuestos. Un mal chiste sabiendo que sobrevivía, que se prestó a que lo exploten por necesidad, malbarateando sus cuadros.
Humareda enjuagaba en botellas de aguarrás reciclado los pinceles con los que daba estocadas al yute para inmortalizar sus musas bajofondinas y sus arlequines tristes.
Así fue feliz, pero se especula que el cáncer venció sus cuerdas vocales por inhalar durante décadas en ese cuarto sin ventilación los químicos de las pinturas.
Piscis melancólico y solitario, había nacido artista el 6 de marzo de 1920. Moraba cual Cuasimodo en una habitación del rimbombante Lima, un hotel de La Parada (hoy galería de confecciones de ropa); que solo tenía una estrella: él. Y donde radicó por 32 años rodeado de los personajes goyescos de La Victoria.
Le llamaban loco, maestro, Víctor, Humareda y cholo, y él se carcajeaba. Era un abstemio que frecuentaba bares y restaurantes del Centro de Lima para tomar manzanilla, té con leche y chancay, aun en verano. En sus largos años más oscuros, se ofrecía para hacer retratos al paso en carboncillo.
Tenía nociones de la filosofía, dicen unos. Otros reconocen su apetito, sobre todo por la música, pintura y la política de los siglos XVI, XVII, XVIII y XIX (Humareda hizo una serie de dibujos sobre la muerte del político francés Jean-Paul Marat).
Los que lo conocieron coinciden en que a Humareda le gustaba llamar la atención.
Posaba ante las cámaras, se ponía el sombrero bombín, bailaba tango con los ternos que dejaba "un amigo que ya se fue" (que compraba de remate en Tacora). Pero era también bondadoso, invitaba a los alumnos pobres y a sus amigos alguna manzanilla, para él, el licor de los dioses.
Y no es mentira que a este genio del expresionismo, por su facha, aunque andaba con saco y corbata, lo botaron del Haití de Miraflores, de una galería en Camino Real y otros más... Que lo juzgaban por sus ropas (seguimos iguales).
Nuestro Peter Pan todavía se ríe en esa foto que de emergencia se la pidieron al fotógrafo e investigador Herman Schwarz para su lápida. "Al eximio pintor Víctor Humareda Gallegos", dice. Yace en el número D47, en el cuarto piso del pabellón San Desiderio, sexta puerta del Presbítero Maestro.
Murió a las dos de la mañana del 21 de noviembre de 1986 en el segundo piso del Instituto Nacional de Enfermedades Neoplásicas.
El BCR, propietario del último cuadro que hizo –La quinta Heeren–, pagó el entierro. También se hizo una colecta entre los galeristas que vendieron sus obras. Pocos respondieron.
Dicen que lo enterraron con su chalina roja. Hay más leyendas. Lo indudable es que Humareda fue un genio y ríe, jugando con su paleta multicolor, eternamente.

viernes, 18 de noviembre de 2011

Alfredo Zitarrosa, cantor, poeta, periodista. A 75 años de su nacimiento


ZITARROSA EN EL PERÚ




Alfredo Zitarrosa -que en marzo de este año hubiera cumplido 75 años- es sin dudas el cantor nacional del Uruguay y uno de los artistas más representativos de nuestro continente. Como peruanos,tenemos el honor de haber hospedado en nuestra patria a este poeta, periodista y músico.
Sï, Zitarrosa trabajó aquí en la revista "7 días" y "Oiga", y estuvo aquí muy unido a su amigo el poeta César Durand. Fue en Lima que el cantor uruguayo dio su primer recital en la televisión... Aquí también grabó un disco sencillo de 45 RPM.
Recuerdo que la primera vez que oí una grabación de Zitarrosa fue en Huanchacaco, en la casa de la señora Carlota Durand, hija del poeta César Durand. Desde entonces no he dejado de buscar sus acordes.
Zitarrosa ya no es sólo de Uruguay sino del mundo... La biografía de Zitarrosa es también una novela.
Sus inicios ante el público no fueron como cantante sino como locutor radial, pues estaba dotado de aguda inteligencia y de una voz potentísima. En la página web de Radio El Espectador de Montevideo, hay interesantes datos que a continuación transcribo in extenso.
"Quizás para muchos sea una sorpresa, pero la primera vez que Alfredo Zitarrosa se enfrentó  a un micrófono no fue como cantante, sino como locutor. Y si bien Zitarrosa -uno de los máximos exponentes del canto popular uruguayo- no comenzó su carrera en El Espectador, fue aquí donde surgió entre cientos de participantes de un concurso y ocupó una plaza de locutor en momentos en que su plantel contaba con figuras trascendentes de nuestra radiodifusión. Aquí Zitarrosa estuvo cinco años, realizando las más diversas tareas: desde la locución de tandas, pasando por la animación de programas, hasta el relato de radioteatros, e incluso realizando sus propios espacios.
Los inicios de Zitarrosa como cantor profesional tienen mucho que ver con su salida de El Espectador, acaecida por divergencias entre él y la dirección de la empresa que entonces gestionaba sus ondas, Difusoras del Uruguay.
El propio Zitarrosa recordaba en una entrevista aquella salida y cómo esta desembocó en su carrera como cantor:
"En el año 59, el Municipio de Montevideo me otorgó un premio de poesía inédita a través de un jurado del que formaba parte un amigo personal, don Vicente Basso Maglio, que era editorialista de El Espectador por esos años. En el 61 falleció y publicó una carta abierta en el semanario Marcha, diciendo las circunstancias de su muerte. A partir de ahí comenzó a ser mal visto por la dirección de la emisora y terminó siendo despedido.
Eran tiempos del escribano Marta y del señor Elena. Luego hubo otra carta apoyando la que yo había escrito y agregando otros conceptos. La persona que escribió esa carta la firmó
'Marta Elena', y creo que fue esa la razón que produjo mi despido".
Con el dinero del premio más la indemnización de El Espectador, Zitarrosa pagó un viaje hasta Perú. Allí trabajó como periodista y locutor en la emisora limeña Radio Programas del Perú,
en el lugar que había dejado vacante el famoso
Hugo Guerrero Martinheitz, "el Peruano Parlanchín", y la necesidad le hizo debutar como cantante profesional. Fue en un programa de televisión, por el que cobró 50 dólares, cantando con un trío de guitarras que dirigía Martín Torres.
De vuelta al Uruguay, luego de un tiempo reintegrado a la profesión de locutor en diversas emisoras y un canal de televisión, grabó su primer disco para el sello Tonal, con
"El Camba", "Recordándote", "Mire, amigo" y "Milonga para una Niña".
De allí en adelante, la carrera de Alfredo Zitarrosa es por todos conocida, y estuvo alejada de la radio. La radiodifusión uruguaya había perdido a un muy buen locutor, pero la cultura popular de nuestro país había ganado a uno de sus mejores músicos, cantantes y poetas", leemos en la página www.elespectador.com.
Más detalles sobre la vida de Zitarrosa los encontramos aquí, en la página http://www.estaciontierra.com/:
"Alfredo Zitarrosa nació en Uruguay, el 10 de marzo de 1936 en el pueblito de Santa Lucía. A muy temprana edad pasó a vivir con el matrimonio Durán-Carbajal, cuyos integrantes, Carlos y Doraisella, fueron considerados por Alfredo como sus verdaderos padres.

Sus primeros años transcurrieron en el pueblo de Santiago Vázquez. De su infancia en un entorno rural, vienen su conocimiento y comprensión del hombre de campo, que se reflejan en buena parte de su obra. Zitarrosa dijo una vez: “no soy folklorista, soy cantor popular uruguayo, y mi canto es fundamentalmente de raíz campesina; todo es milonga, milonga madre”
En aquél tiempo, se divertía más con la lectura y con el microscopio que con una pelota de fútbol. Su maestra de cuarto grado, Esmeralda Iralde, dejó una huella profunda en su vida: “me enseñó a gustar de Fidias, de Beethoven, me enseñó a usar el microscopio...”. Años más tarde, sería un lector empedernido, un autodidacta, con una cultura infrecuente entre sus colegas.
Comenzó a trabajar como locutor radial en CX 14. En 1958, a los veintidós años, ganó el premio municipal de poesía de Montevideo por su libro “Explicaciones”. El jurado estaba integrado por Juan Carlos Onetti, Laura Cortinas y Vicente Basso Maglio. Este último era un poeta anarquista que escribía en los editoriales de CX 14, que Alfredo leía al aire.
Por el año ‘60 compuso su primera zamba, “Recordándote”, dedicada a un compañero de la radio que estaba interesado en una amiga suya. En 1961, cuando Vicente Basso Maglio murió, Alfredo publicó una carta alusiva en los semanarios “Sol, Marcha y Lucha Libertaria”. Por su contenido y por otros detalles, fue “cesado con renuncia” en CX 14.
Con el dinero de la indemnización, proyectó un viaje a la Cuba post Batista. Sólo llegó hasta Perú, donde trabajó como periodista en “7 días” y “Oiga” de la ciudad de Lima. Cuenta Zitarrosa que dejó ese empleo para continuar su viaje en el auto de “un gringuito” que iba hasta México por la Panamericana. A último momento, el auto, que era un Jeep, no pudo pasar la frontera porque era material de desecho del ejército peruano. Alfredo se quedó sin viaje, sin empleo y sin dinero. Así estaba cuando, sin que él lo supiera, su amigo Cesar Durán lo anunció como cantor en el show de Tulio Loza por el canal 13 Panamericano de Lima. Cantó dos canciones, “Guitarrero” y “Milonga para una niña” y cobró 50 dólares. Fue su debut como cantor.
Regresó a Uruguay y trabajó en Montecarlo TV Canal 4. A mediados de la década 60 se editó el primer disco de Alfredo, un disco doble, lo que en esa época se conocía como “extended simple”. En la cara A figura “Milonga para una niña” y “El camba”; en la cara B “Recordándote” y “Mire amigo”.
Zitarrosa debutó en Buenos Aires en 1970, en el teatro ABC de Emeralda y Lavalle, y repitió la actuación una semana después. A raíz de estas actuaciones, Atahualpa Yupanqui afirmó “A Milonga del Solitario la canta mejor que yo” y Joan Manuel Serrat dijo “lo considero el poeta más importante de América Latina”. En ese año nació su primer hija, y la segunda en 1973. Ambas inspiraron dos bellísimas canciones, “Para Carla Moriana” y “María Serena mía”.
En febrero de 1971 hizo pública su adhesión al Frente Amplio, y en agosto del mismo año se afilió al MPU del FIDEL. En su casa inauguró un comité de base de este partido. A raíz de sus ideas políticas y luego de casi cuatro años sin poder trabajar en su país, en 1976 se autoexilió a la Argentina. Allí también recibió presiones y censura, por lo que tuvo que irse a México y España. Durante sus 8 años de exilio recibió, a la distancia, el afecto del pueblo Uruguayo.
“El dueño de la milonga del Uruguay”, según la definición de Jaime Ros, regresó a su país el 31 de marzo de 1984, cuando miles de compatriotas lo esperaron para darle la bienvenida.  Alfredo Zitarrosa murió en Montevideo el 17 de enero de 1989".

SOBRE DISCO "ZITARROSA EN EL PERÚ" (Tomado de este enlace)
Alfredo Zitarrosa. Zitarrosa en el Perú. Disco simple. Cantares del mundo. SCM 010. Uruguay. 1972.
01 (Cara A) Romance para un negro milonguero.
   Milonga-candombe. Letra y música: Alfredo Zitarrosa.
   Guitarras;: Olivera-Pérez-Correa.
02 (Cara B) La canción (La canción y el poema)
   Letra: Idea Vilariño - Música: Alfredo Zitarrosa.
   Guitarras: Olivera-Pérez-Correa.
(Sobre pistas grabadas en Uruguay, Zitarrosa grabó su voz en Buenos Aires).

-Romance para un negro milonguero. Tema compuesto por Zitarrosa inspirándose según algunas versiones en su guitarrista Vicente Correa y según otras en un bailarín y tamborilero de raza negra del Barrio Sur de Montevideo. En este disco simple se presenta la primera edición de este tema, que aparecería por primera vez en un LP en "Alfredo Zitarrosa", Microfón 1340, Argentina, 1972.
-La canción y el poema. Sobre una poesía de Idea Vilariño titulada "La canción", Zitarrosa titula en la mayor parte de las ediciones "La canción y el poema". Es la primera edición de este tema, que aparecería en LP en "Adagio en mi país Zitarrosa/7", Cantares del mundo CM 0024, Uruguay, 1973.

Entre el 5 y el 12 de febrero de 1972 se realizó en Perú el Festival de Agua Dulce en el que participó Alfredo Zitarrosa. Con el tema "Romance para un negro milonguero" obtuvo la Mención de Honor en la categoría "Gran premio al intérprete". En la tapa del disco aparece una foto de Zitarrosa, inusualmente no vestido con traje y corbata, cantando en ese Festival.
La edición de este disco simple por parte de "Cantares del mundo" se realizó sobre grabaciones de estudio y no sobre las interpretaciones en vivo de Zitarrosa en ese Festival.

Aurora Balarezo Coico, viuda de Salinas, in memoriam




Mamá Lola, mi querida abuela
"tú jamás te fuiste /
y aunque tú te hayas ido / tú jamás" (*)

(*) L.Hernández




Don Loche / 3


Revista literaria Don Loche, Año II, N° 3, editada por el Sindicato de Poetas sin Trabajo y el Sismo Poético Resistente, en la ciudad de Chiclayo (Lambayeque, Perú) en el verano de 2004. Director y fundador: Nivardo Córdova Salinas.
La edición original -en base a este machote y con un montaje hecho a mano- se editó artesanalmente y se reprodujeron cien ejemplares fotocopiados. Las ilustraciones para el montaje estuvieron a cargo del artista plástico Juan José Mejía Pisfil y la coordinación estuvo a cargo del poeta Carlos Becerra Popuche.
Los números 1 y 2 de Don Loche se realizaron con el mismo procedimiento en Otoño y Primavera de 2003 respectivamente, con apoyo del artista Paco Irigoyen Tenorio. Como parte de su línea editorial la revista se editó artesanalmente en este domicilo José Pardo 147, Chiclayo, cerca al Mercado Modelo: casa de doña Aurora Balarezo(+) y Juan Salinas Sánchez(+), abuelos maternos del director.
Quienes tengan ejemplares originales por favor escribir a nivardo.cordova@gmail.com

martes, 15 de noviembre de 2011

"Para que no me ames", canción-emblema de La luna de Isabel


Para que no me ames
(Letra y música: César Tincopa Mejía)

Para que no me mires a través de un cristal,
para que no me ames de nuevo,
colocaré una rosa entre tus cabellos
un mar de espinas y luego
me iré al mar a extraviarme
y perder el horizonte de tus pies.

Te pintaré el rostro de verdes estrellas,
les hablaré del invierno.
Quizás pueda ser un azul cielo
beber un poco y hablar de ello.

Me iré al mar a extraviarme
y perder el horizonte de tus pies.
Porque puedo reir
y luego morir
porque puedo tocar
tus manos frías
y las mías.

Canción: "Para que no me ames"
Grupo: La luna de Isabel (Trujillo, Perú)
Letra y música: César Tincopa (1º y 2º guitarra, voz) / Teclados y sintetizador: Toño Rodrìguez
Tema grabado en Trujillo, Perú (1994) en los estudios de Odios Rekor
Video realizado por estudiantes del IV ciclo del IST Oscar Diaz Bravo en 1995. Dirección del video por Omar Villanueva, quien tambien aparece al final como parte del programa Zoom.


lunes, 14 de noviembre de 2011

Fray Juan Gómez, el fraile milagrero

UN ENFERMERO FRANCISCANO EN LA LIMA DEL SIGLO XVI:


Por Nivardo Córdova Salinas
Fuentes y fotos: Archivo San Francisco de Lima / Museo San Francisco y Catacumbas de Lima
También publicado en el blog Prensa Franciscana Perú y en versión impresa en la revista "Almenara", N° 10, Octubre de 2011, Lima, Perú (ver facsimilar en PDF)

El enfermero Fray Juan Gómez y San Francisco Solano. 
Óleo del siglo XVIII. Este cuadro trata acerca del
 “milagro de los pejerreyes” (Foto: Museo San Francisco y Catacumbas de Lima)

Don Ricardo Palma, en sus sabrosas “Tradiciones peruanas”, divulga la noticia de un fraile que vivió en el Convento de San Francisco de Lima y trabajó en la Enfermería franciscana en el siglo XVI durante cuarenta años consecutivos. Nos referimos a Fray Juan Gómez, a quien el tradicionista llama simplemente Fray Gómez y a quien califica como “milagrero”. Estudiosos franciscanos como Luis Julián Plandolit OFM, también han dado fe de la existencia de este personaje de la Lima virreinal que trabajó en la enfermería franciscana.
Dicho fraile no es un invento afiebrado salido de la imaginación del ilustre tradicionista peruano Ricardo Palma sino un personaje de carne y hueso, de cuya existencia no sólo da fe el escritor limeño sino también diversos cronistas históricos del Convento de San Francisco de Lima como Fray Diego de Córdova y Salinas (1) y más recientemente el sacerdote franciscano e historiador Luis Julián Plandolit (2). 
Sin duda, Fray Juan Gómez es parte de la historia de la medicina peruana, aun desde su modesta condición de “enfermero franciscano”.  Por ejemplo fue el médico de cabecera de San Francisco Solano, el santo andaluz que vivió en Lima, fundó el Convento de los Descalzos en el Rímac y está sepultado en el Convento de San Francisco de Lima. 
Al mismo tiempo, como religioso conventual de la Orden de los Frailes Menores (nombre oficial de la orden franciscana) a Fray Juan Gómez se le atribuyen varios milagros. El hecho de que Palma abordara la figura del fraile franciscano en una tradición titulada “El alacrán de fray Gómez” sitúa a este personaje también en un terreno que oscila entre el mito y la realidad. Más allá de estas consideraciones, dicha tradición  es una de las estampas más memorables que Palma nos ha legado, no sólo de la vida franciscana, sino de la Lima virreinal donde vivieron Santa Rosa de Lima y San Martín de Porres, así como San Francisco Solano y Santo Toribio de Mogrovejo.
Palma ofrece una versión literaria, basada en hechos reales: 
“Éste era un lego contemporáneo de don Juan de la Pipirindica, el de la valiente pica, y de San Francisco Solano; el cual lego desempeñaba en Lima en el convento de los padres seráficos las funciones de refitolero en la enfermería u hospital de los devotos frailes. El pueblo lo llamaba fray Gómez, y fray Gómez lo llaman las crónicas conventuales, y la tradición lo conoce por fray Gómez. Creo que hasta en el expediente que para su beatificación y canonización existe en Roma, no se le da otro nombre”, escribe Palma.
Y añade: “Fray Gómez hizo en mi tierra milagros a mantas, sin darse cuenta de ellos y como quien no quiere la cosa. Era de suyo milagrero como aquel que hablaba en prosa sin sospecharlo”.
En “El alacrán de Fray Gómez” Palma introduce al lector contando dos milagros del fraile, antes de adentrarse en el prodigio del alacrán. En primer lugar, refiere que el fraile salvó a un hombre que cayó de un caballo desbocado y quedó mal herido:
“Sucedió que un día iba el lego por el puente, cuando un caballo desbocado arrojó sobre las losas al jinete. El infeliz quedó patitieso, con la cabeza hecha una criba y arrojando sangre por boca y narices.
-¡Se descalabró, se descalabró! -gritaba la gente-. ¡Que vayan a San Lázaro por el santo óleo!
Y todo era bullicio y alharaca.
Fray Gómez acercóse pausadamente al que yacía en la tierra, púsole sobre la boca el cordón de su hábito, echóle tres bendiciones, y sin más médico ni más botica el descalabrado se levantó tan fresco, como si golpe no hubiera recibido.
-¡Milagro, milagro! ¡viva fray Gómez! -exclamaron los infinitos espectadores.
Y en su entusiasmo intentaron llevar en triunfo al lego. Este, para substraerse a la popular ovación, echó a correr camino de su convento y se encerró en su celda.
La crónica franciscana cuenta esto último de manera distinta. Dice que fray Gómez, para escapar de sus aplaudidores, se elevó en los aires y voló desde el puente hasta la torre de su convento. Yo ni lo niego ni lo afirmo. Puede que sí y puede que no. Tratándose de maravillas, no gasto tinta en defenderlas ni en refutarlas.”


EL MILAGRO DE LOS PEJERREYES
Palma añade también el otro famoso “milagro de los pejerreyes” que Fray Juan Gómez convida a un convaleciente San Francisco Solano, cuando el fraile andaluz estaba internado de gravedad en la enfermería del Convento de San Francisco de Lima y Fray Gómez lo atendía.
“Aquel día estaba fray Gómez en vena de hacer milagros, pues cuando salió de su celda se encaminó a la enfermería, donde encontró a San Francisco Solano acostado sobre una tarima, víctima de una furiosa jaqueca. Pulsólo el lego y le dijo:
-Su paternidad está muy débil, y haría bien en tomar algún alimento.
-Hermano -contestó el santo-, no tengo apetito.
-Haga un esfuerzo, reverendo padre, y pase siquiera un bocado.
Y tanto insistió el refitolero, que el enfermo, por librarse de exigencias que picaban ya en majadería, ideó pedirle lo que hasta para el virrey habría sido imposible conseguir, por no ser la estación propicia para satisfacer el antojo.
-Pues mire, hermanito, sólo comería con gusto un par de pejerreyes.
Fray Gómez metió la mano derecha dentro de la manga izquierda, y sacó un par de pejerreyes tan fresquitos que parecían acabados de salir del mar.
-Aquí los tiene su paternidad, y que en salud se le conviertan. Voy a guisarlos.
Y ello es que con los benditos pejerreyes quedó San Francisco curado como por ensalmo.”
Esta tradición, mejor dicho este milagro, no es una fantasía de Palma, sino que tiene asidero real incluso dentro de las crónicas franciscanas y hasta en una pintura que se conserva en el Convento de San Francisco de Lima. En la exposición misional dedicada a San Francisco Solano por los 400 años de su muerte –organizada en 2010 por el Museo San Francisco de Lima y Catacumbas que dirige Fr. Ernesto Chambi OFM- se expuso un cuadro alusivo al “milagro de los pejerreyes”, que también es referido por el padre Luis Julián Plandolit en su libro biográfico sobre Solano, trabajo considerado como el más acucioso sobre la vida del santo montillano.
Escribe Plandolit refiriéndose a la enfermedad de Solano: “Cuando los comedidos le importunaban que comiese les respondía: - `No se ha de hacer más de lo que el enfermero ordena´. Pues a ellos sí obedecía con grandísimo respeto (…) Por dar gusto al hermano Juan Gómez, cuando le traía una higadilla de gallina o algún huevo procuraba comerlo. Y no comía más de la mitad, por no poder digerir cosa alguna. A veces, un solo sorbo de caldo que tomaba le empachaba el estómago. Una vez que el doctor Pedro Rodríguez instaba al padre Solano que comiese algo, y que fuese lo que le apetecía, le preguntó. Respondió el santo que un pejerrey. Hizo diligencia el médico por el Callao y el Surco, pero el mar alborotado no permitía pesca. Afligido el médico, al amanecer vino a disculparse, cuando entra el hermano fray Juan (Gómez) con una fuente de Talavera lleva de pejerreyes. Admirado el doctor, y averiguando de dónde debían haber venido, aunque infructuosamente, encerróse con fray Juan y le pidió encarecidamente que le dijese de dónde procedían aquellos pescados. - `Para que me aflige –respondió el hermano-. Viendo la necesidad del padre Solano, fui a mi Niño Jesús al oratorio, y le supliqué la remediase. Y allí me trajeron ese plato de pejerreyes, y me la hallé en las manos”.
Como se dijo líneas arriba, el milagro de los pejerreyes ha quedado perennizado en un lienzo de gran formato sobre el cual Ricardo Palma también hace referencia en la tradición “El alacrán de Fray Gómez”, cuadro que hasta hoy se conserva en el Museo San Francisco y Catacumbas de Lima. Palma lo describe así: 
“Sin embargo, apuntaré, para satisfacer curiosidades exigentes, que sobre la puerta de la primera celda del pequeño claustro que hasta hoy sirve de enfermería, hay un lienzo pintado al óleo representando estos dos milagros, con la siguiente inscripción: «El venerable fray Gómez.- Nació en Extremadura en 1560. Vistió el hábito en Chuquisaca en 1580. Vino a Lima en 1581.- Enfermero fue cuarenta años, ejercitando todas las virtudes, dotado de favores y dones celestiales. Fue su vida un continuado milagro. Falleció en 2 de Mayo de 1631, con fama de santidad. En el año siguiente se colocó el cadáver en la capilla de Aránzazu, y en 13 de Octubre de 1810 se pasó, bajo del altar mayor, a la bóveda a donde son sepultados los padres del convento. Presenció la traslación de los restos el señor doctor don Bartolomé María de las Heras. Se restauró este venerable retrato en 30 de Noviembre de 1882 por M. Zamudio».
Fray Gómez, quien tiene el título de “Venerable” –dado solamente a personas que en vida hicieron méritos para ser santos- representa los valores del franciscanismo: pobreza, alegría, amor al prójimo y minoridad, es decir una condición modesta, humildad, casi invisibilidad, sin brillo ni ostentación. Un auténtico fraile franciscano.

(1)  (1)  En la Revista de Historia de América, Nº 40, diciembre de 1955,"Uno de los franciscanos más distinguidos e ilustres en el mundo de las letras en siglo XVII, en Sudamérica, fue el celebrado cronista Fray Diego de Córdova y Salinas. Su pluma, en ocasiones churrigueresca y ágil, fecunda y florida, aunque a veces un tanto pesada y embarazosa, le coloca en un sitial preponderante en el templete de los escritores americanos, y sus Crónicas y escritos, son y serán una fuente de cristalinas aguas de la historiografía y de la consulta documental. Fray Diego de Córdova nació en el último tercio del siglo XVI (1591) en la capital del Virreinato del Perú, la Ciudad de los Reyes...El original de la partida bautismal del cronista limeño -escribe el siempre bien documentado Guillermo Lohmann Villena, nos es desconocido por haberse extraviado desde hace mucho tiempo, el libro donde ellas se asentaban en la Catedral de Lima, desde 1578 hasta 1597. Felizmente en la actual parroquia del Sagrario de esta misma ciudad, existe un Índice alfabético de partidas de bautismo, 1561.1750, confeccionado a mediados del siglo XVIII. Allí consta que en el folio 135 del aludido libro, figuraba entre las partidas asentadas en 1591, una correspondiente a la cristianización (bautismo) de Diego, hijo legítimo del doctor Diego Salinas y de Juana de Silva. Guillermo Lohmann Villena, "Fray Diego de Córdoba Salinas (alcance a un articulo)" en Revista de Indias (Madrid, 1952), Nº 48, pp. 343-345.
(2)   (2) Luis Julián Plandolit inició su investigación en 1949 (año del cuarto centenario del nacimiento de San Francisco Solano) bajo la premisa de que “al santo Solano más se le conoce por los contornos esfumados y claroscuros de la leyenda, que por los matices precisos de la historia”. Plandolit reviso toda la documentación sobre el santo en el Archivo Secreto Vaticano, Biblioteca Vaticana (sección Manuscritos y sección Impresos), Archivo de San Isidoro (padres irlandeses, Roma), Biblioteca Nacional San Isidoro, Biblioteca Nacional de París, Archivo San Francisco de Lima, Archivo de la Curia Arzobispal de Lima, Biblioteca Nacional de Lima (sic), Biblioteca del Convento de Ocopa, Archivo General de Indias (Sevilla) y Archivo de la Embajada Española de Roma.

Fray Juan Gómez, relieve en madera tallada
y tela encolada, siglo XVIII (Foto: Museo San Francisco y Catacumbas de Lima).

Otro retrato familiar

Doña Sixtina Tapia de Córdova, junto a su hijo Nivardo Vasni Córdova Tapia y
posiblemente tres sobrinos. ¿Quién puede identificarlos?

Paseo campestre en Cayaltí


Se distingue a la izquierda a doña Sixtina Tapia de Córdova, mi abuela.
Típica escena cayeltileña: un paseo dominical posiblemente a las faldas
del Cerro León, las inmediaciones del Cerro Corbacho o La otra banda.
Foto: Cudelio Córdova Sánchez / Cortesía: Pepe Córdova Barandiarán.

viernes, 11 de noviembre de 2011

Retrato a contraluz

Reconocemos, de píe a la izquierda, al tío Merari Córdova Tapia,
destacado abogado y periodista peruano,  y a "Papá Cude" sentado a la derecha.
¿Alguien reconoce a los demás?
Foto: Cudelio Córdova Sánchez.

Cudelio Córdova, Sixtina Tapia e hijos

De izquierda a derecha: Libni, Tito Yevín, Sixtina Tapia(+),
Cudelio Córdova(+), Nivardo Vasni (mi padre) y Merari (+).
Hermosísimo retrato familia, delicado equilibrio
entre fondo y forma.
Foto: Cudelio Córdova / Cortesía: José Córdova Barandiarán.

Macedonio Tapia y Sofía Gonzales


Don Macedonio Tapia y doña Sofía Gonzáles (mis bisabuelos),
pujante pareja de esposos que hizo del amor, el trabajo
y la fe en Dios las bases para fundar una gran familia.
(Foto Cudelio Córdova Sánchez)


Los Tapia-Gonzales, los Córdova-Tapia...

Foto: Cudelio Córdova Sánchez / Cortesía: José Córdova Barandiarán.

La familia Tapia-Gonzales

Don Macedonio Tapia y doña Sofía Gonzales y sus hijos, en Cayaltí
(Foto: Cudelio Córdova Sánchez)