Texto y fotos: Nivardo Córdova Salinas.
El 27 de abril de 2015, falleció en Lima el poeta, pensador
y artista plástico peruano Aníbal del Río Cabrera (Chiclayo, 1941 - Lima, 2015)
uno de los creadores más importantes de nuestro país, ejemplo de autenticidad,
honestidad y modestia.
Su sobrina, Carmen del Río, me informó anoche de su partida a través
de un breve e-mail: "Le escribo para darle la triste noticia que mi tío
falleció ayer. Lo estan velando en Gral. Cordoba 1540 y mañana es el entierro.
Googleé su nombre y me salió su Blog. Mi papá Carlos del Río tenía contacto
permanente con mi tío. Le agradecemos mucho lo que publicó en su blog.
Carmen".
Pues, yo soy quien tengo que agradecer...
En lo personal, me siento en deuda moral y material con Don Aníbal del Río, que en momentos muy difíciles me supo aconsejar y brindar su amistad. Con él compartimos muchos momentos de conversaciones, de pan y café en el centro de Lima, de caminatas y de su fraternidad. Durante el tiempo que lo conocí vi que era un hombre bueno, además de un artista único, que aun en medio de la adversidad me dio un ejemplo de lucha, de autenticidad. ¡Qué triste noticia la de su fallecimiento! Tengo la plena seguridad de que el Sr. Aníbal del Río se encuentra en el paraíso, en la gloria de Dios y al amparo de la Santísima Virgen María.
En lo personal, me siento en deuda moral y material con Don Aníbal del Río, que en momentos muy difíciles me supo aconsejar y brindar su amistad. Con él compartimos muchos momentos de conversaciones, de pan y café en el centro de Lima, de caminatas y de su fraternidad. Durante el tiempo que lo conocí vi que era un hombre bueno, además de un artista único, que aun en medio de la adversidad me dio un ejemplo de lucha, de autenticidad. ¡Qué triste noticia la de su fallecimiento! Tengo la plena seguridad de que el Sr. Aníbal del Río se encuentra en el paraíso, en la gloria de Dios y al amparo de la Santísima Virgen María.
Esta es la crónica que escribí sobre Aníbal del Río el 2 de
julio de 2014, y que actualizo hoy, en su tránsito hacia la eternidad. Decansa en paz, amigo: solo te adelantaste en la ruta, también nosotros partiremos algún día...
El arte, el auténtico, no necesita hacer mucho ruido. Le basta el silencio. Y en consecuencia, los artistas plenos, muchas veces pasan desapercibidos ante nuestros ojos; mientras que los artistas falsos, pululan en las galerías, en los recitales, en los podios de premiaciones.
Este es el caso del artista plástico, intelectual y poeta chiclayano Aníbal del Río (Chiclayo, 1941). Sin duda, como su paisano el poeta Juan Ramírez Ruiz (fundador del movimiento Hora Zero en la década del setenta), este pintor ha optado por la marginalidad (entendida solo como "estar al margen", pero con dignidad), como una forma de vida, como una opción creativa.
"Cordillera de los Andes", por Aníbal del Río. Técnica mi |
Don Aníbal aprendió sus primeros pasos en la calle Lora y Cordero, en pleno centro histórico de Chiclayo. Nació artista. De esa época, recuerda el paisaje pueblerino de esa ciudad, sus pisos empedrados, sus comerciantes apurados, sus viejas casonas republicanas, su aire de "ciudad fenicia y de mercaderes"...
Pero no le bastaba eso, y viajó a Europa en en 1969, especialmente a Alemania, donde vivió por más de treinta años. Todavía conserva recortes de periódicos, catálogos de sus exposiciones, fotografías y extensos artículos sobre su obra que le dedicaron varias revista de arte. Estuvo en Madrid, Zaragoza, Barcelona, Salamanca, Valladolid, Valencia, León. En Francia anduvo por París, Perpignan; luego Suiza, Ginebra, Berna, Zurich, Bassil.
En Alemania fue donde radicó por más tiempo entregado a su quehacer artístico y cultural: Ulm, Munich, Stuttgart, Nuremberg, Heildebg, Mannh, Frankfurt, Köln, Düsseldorf, Essen,Dortmund, Münster, Bielefeld, Hannover, Bremen, Hamburg.
"El mito", por Aníbal del Río. Técnica mixta sobre cartón. |
Ahora, en su "exilio limeño" se le puede ver ataviado con traje oscuro o gris, siempre con un saco y un fólder con dibujos, bocetos, poemas, lápices de colores, pequeñas esculturas hechas con migajas de pan... Su itinerario es el centro histórico de Lima, a donde regresó hace más de una década, para instalarse sin premuras, sin apremios, más que el de sobrevivir.
Entre los libros que ha publicado figuran: "Cómo roncan las flotas", "Inmensa cordillera", "Regálame tu banco","Operación nieve" y el monólogo dramático "Juan Pérez y la publicidad".
"Todavía en Perú hay mediocridad, corrupción, ignorancia...", afirma. Pero lo dice sin resentimiento, aunque con cierta severidad, como quien lo asegura y lo sabe en carne propia. Cuando le preguntamos sobre su formación académica nos dice: "Soy autodidacta, pero el pintor que más admiro es el trujillano Macedonio de la Torre, un maestro de maestros, precursor del arte contemporáneo del Perú, pero que murió injustamente sin ser valorado en su exacta dimensión"
El pintor Aníbal del Río y su gran amigo, el profesor Jorge Jara, en el casi mítico puesto de periódicos que este último regenta en el Jr. Callao, en el centro histórico de Lima. |
Lo he conocido en el camino, de la mano del profesor Jorge Jara, quien tiene un puesto de periódicos en el jirón Callao, frente a la cochera del Club de la Unión, casi mítico rincón donde llegábamos a conversar, a tomar un café de cincuenta céntimos y pan de manteca, a reírnos de las tristezas, con otros amigos como el doctor Ner Montoya, Simón, el artesano Edel Zamora y el inefable "Cucho", rimense total, pero más amigo leal.
Entre conversaciones y periódicos, don Aníbal nos ha contado su vida y nos ha obsequiado pequeñas tarjetas con sus dibujos. Es un gesto que nos conmueve, porque sabemos que el artista camina y camina y camina todo el día ofreciendo (vendiendo) sus dibujos y poemas, con dignidad, con la frente en alto.
A la hora del desayuno es posible verlo en el Jr. Conde de Superunda, sorbiendo un café con leche. Al mediodía sigue caminando. Al mediodía se le puede ver sentado en una banca de la Av. Emancipación boceteando un cuadro. En la noche, ya debe haber recorrido un tramo larguísimo. "No aspiro a nada más que a la belleza...". Y se va recitando un poema "de su cosecha":
Cuando eres forastero
en algún lugar del mundo
y tienes dinero
¡te llaman turista!
cuando el dinero escasea
te dicen vagabundo.
Aníbal del Río, caminando por el centro histórico de Lima, "sin prisa, pero sin pausa". |
Paz en su tumba. Descanso para el artista infatigable caminante, sencillo y grande. Conoci a su hermano, el Ing. Carlos del Rio Cabrera, ilustre profesional y quien fuera Decano Nacional del CIP.
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