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domingo, 17 de junio de 2012

Hallan relieve mural de 4,500 años en templo primigenio de huaca Ventarrón


Templo primigenio de huaca Ventarrón, en Lambayeque.
Foto: ANDINA/Silvia depaz. 15/06/2012

Chiclayo, jun. 15 (ANDINA).- Un relieve mural de 4,500 años, un fogón ceremonial decorado con dos peces y una banqueta donde se habría sentado el primer gobernante del norte peruano, recientemente hallados en el templo primigenio de la huaca Ventarrón, fueron presentados hoy en Lambayeque.
El director del Proyecto Arqueológico Ventarrón-Collud, Ignacio Alva Meneses, precisó que estos descubrimientos se hicieron a fines de 2011 y reflejan la comunicación con fluidez que tuvieron nuestros antepasados de la zona norteña.

Gracias a estos hallazgos en la huaca ubicada en el distrito de Pomalca ahora se conoce la fase más antigua del templo. La primera edificación estuvo enclavada en lo alto del promontorio rocoso, al pie del cerro Ventarrón.

En la cima había un recinto principal desde donde se ejerció el culto y el poder social. Allí se encontró un fogón ceremonial y una banqueta.

Relieve de un hurón o zarigüeya, 
descubierto en huaca Ventarrón (Lambayeque). 
Foto: ANDINA/Silvia Depaz. 15/06/2012
 El hallazgo más sorprendente es el relieve zoomorfo de un hurón o zarigüeya (29 centímetros de alto por 24 de ancho), ubicado en la pared del fondo, al costado de la banqueta central de forma semicircular, que era el trono del primer gobernante de Lambayeque, sostuvo.

Según Alva, el relieve sería la obra de arte más antigua del te
mplo y del norte de Perú en su género; representa a un animal de hocico largo y abierto, orejas puntiagudas, cola pronunciada, garra prensil y una incisión sobre el abdomen a manera bolsa.

“Está asociada al fuego, es una especie de Prometeo, del héroe civilizador que roba el fuego del inframundo y lo entrega al hombre y así se origina la civilización”, explicó.

Lo interesante del hallazgo, agregó, es que el templo tuvo en su primera época un complejo discurso simbólico, en el cual se articula la idea del origen del fuego, de la civilización con la zarigüeya y del hombre encargado de mantener el fuego y el culto.

Además, explicó, "el fuego relacionado al mar donde se incineran las conchas y ascienden al cielo y, de esa manera, se cumple el ciclo de reciprocidad. El hombre cosecha, pesca, hace redes con algodón, incinera las conchas que son los seres primigenios: el origen de la vida, y los devuelve al cielo de donde viene todo”.

En síntesis, apuntó, "el trono (poder) está ligado a la zarigüeya y asociado al fogón (peces)".

Destacó que el templo, pese a las diez remodelaciones que ha sufrido, conserva la armonía de su estructura, con la excepción de los ejes y volúmenes.

El investigador refirió que lo peculiar, y que será materia de un estudio más profundo, es que Ventarrón supera en arte a la ciudad sagrada de Caral (Barranca), considerada la civilización más antigua de América.

En Caral se observa un patrón arquitectónico repetitivo, a diferencia de Ventarrón, donde la iconografía y el arte son novedosos y variados.

"En Ventarrón nuestros antepasados manejaban, a diferencia de Caral, la comunicación con fluidez, por lo que se les considera los primeros comunicadores de elevada calidad en Perú", puntualizó.
Banqueta semicircular que fue el trono del primer
gobernante norteño. Foto: ANDINA/Silvia Depaz. 15/06/2012

miércoles, 18 de abril de 2012

¡Chiclayo de mis amores!

Recuerdos de "mi Chiclayo" de los aňos 60 y 70

Corresponsal de PRENSATUR – Prensa Turística del Perú.
Austria, 18 de Abril del 2012.

 FOTOS ARCHIVO FAMILIAR, Copyright L. Barth.
Empresa de Transporte Eiran Nisizaka, 1937.

Hoy cumples aňos Chiclayo de mis Amores, Chiclayo Chiquito y acogedor, lleno de gente linda y generosa! Aún tengo en mi mente tus calles empedradas y a los “pollinos” que la cabalgaban llenos de alfalfa el lomo, arreados por un mi neto chiclayano “cholo patas en el suelo”, a mucha honra y como diz que dice el dicho... quien con gran sombrerazo él, blusón y pantalón arremangado, mirada noble de hombre de trabajo y lucha, pasaba puntualmente todos los días por nuestra calle; justo a la hora que llegaba el panadero tirando de alaridos con su corneta, con su carretilla y su pan fresquecito y otros bolillos. A correr a comprar el pan de cada día, se ha dicho!  Mientras que el “pollino” sin inmutarse seguía su camino.
Aún veo tus casonas de altillos y callejones como aquella de nuestra querida y legendaria Calle Eugenio Moya, con cuerdas que colgaban de sus altos techos para abrir la vista al Cielo. Las noches a veces a la luz de las velas, observando el vuelo circular de los “comejenes”. El portón siempre abierto, así como fue la casa y el corazón del abuelo generoso para con todos! Sentados alrededor de la gran mesa, larguísima, en el comedor que albergó alguna vez a sus quince herederos completos, tomábamos el lonchecito, con su café pasadito gota a gota, sus “chancayes”, su pan francés “y cuanto hay” como decía el abuelo; todo preparado con el amor de la abuela, que nos apachurraba después en su regazo llenándonos de besos.
Don Felipe y Doña Aurora, años veinte.
En mis recuerdos veo aún el Parque Villarreal, con sus edificaciones de quincha y estero, donde vivía la tía Elenita, ahí nomás pues a la vuelta de la esquina; y sus domingos en aire festivo al compás de las campanadas de la Iglesia y feligresas con mantillas de encaje, muy recatadas ellas. Tu majestuosa Catedral y tu colorida Plaza de Armas con sus “canillitas” y sus vendedores ambulantes de periódico, donde paseábamos dando vueltas y vueltas para entrar en cuchicheo jocoso con tus vecinos, chiclayanos de pura sepa. “Hola hermano!!” se escuchaba por aquí; “Buenos días, Seňora Aurorita, qué ha sido de su vida?” por allá! Los encuentros de esquina en esquina eran incansablemente amenos ...! Ay, mi Chiclayo Chiquito que ya se fue!
El perfume maravilloso de tus bodegas llenas de King-Kong, natillas, dulces de manjarblanco eran motivo de nuestra codicia. Y andando por tus callecitas no faltaban los aromas a tu arroz con pato a la chiclayana, a tu cabrito tierno ni a tu espesao, y ni qué decir de tu “chiringuito” hecho a base de caballa seca, arte culinario de tus mujeres que se batían con sendas cucharas de palo de Monsefú y verdaderas piedras para chancar ajos; mientras veíamos a los viejos que reposaban mirando la vida allá afuera, sentados en la puerta de la calle, disfrutando la brisa de tu cercano mar. 
Mucha juventud sana ha albergado tus calles, muchachada inocente, alegre y enamorada que siempre en grupo llenaba de algarabía el ambiente. “Qué muchachos estos!” se le escuchaba decir al abuelo Felipe en plena fiesta, para después agarrar las bandurrias y cantarle a su amor: “Ay Aurora, me has entregado al abandono, yo que tanto y tanto te he querido...”, coplas de antaňo, coplas de sentimiento puro que resuenan en mi corazón. Y ni qué decir, cuando llegaban los artistas de la “Esquina del Movimiento”, quienes con su retumbe criollo lleno de voces aguardientosas, hacían vibrar de emoción y de alegría en cada baile de marinera salerosa, con su dicho y su resbalosa. “Huerequeque! Pájaro canillón....” se escuchaba. “Y adentro con la segunda, paisano!” En la tertulia no faltaban los dichos del abuelo que descargaba una y otra vez a viva voz: “Qué me dirás que no te diga!”. Y es que “encerronas” de 9 días eran costumbres de tu tierra, mi Chiclayo fiestero y querendón. Desaparecida la llave, pobre del que quisiera escaparse...! Un cumpleaňos era cosa seria, seňores! El tío Carlos sazonaba: Hay “bastante de comer!” y a celebrar se ha dicho. La gente dormía hasta en el suelo, y en la maňana no faltaba el aguadito y el ceviche “levanta muertos”...
Muchas veces has recibido, tú Chiclayo de mis Amores, no cabe duda visita honorable, como la del gran amigo arquero argentino Don José Soriano Barco, cuya amistad por tu pueblo se quedó plasmada en un valcesito cantado por los inolvidables “Los Mochicas”. Pero hijos prodigiosos no te han faltado. Vástagos que diste a luz con la llegada del Sol Naciente en el paso hacia el Siglo XX, pioneros de tu cultura criolla y cosmopolita, fruto de raíces no sólo orientales, pero también indígenas e hispano-africanas, entre muchos otros. Don Abelardo Takahashi Nuňez fue uno de los que te cantó ardiente y apasionadamente, mientras que Don Vicente Nisizaka Mejía te ofreció entonces su sensible musa compositora para ser la voz del explotado pobre, así como Don Alfonso “Fuco” Tello Marchena te llenó de prosa y verso generosos! Todos ellos amigos de toda la vida, que adoraban recorrer los pueblos lambayecanos para regresar recargados de energía a tu seno y cantarte y festejarte.
Ay, Chiclayo de mis Amores, tú vives siempre en mi recuerdo. Cómo poder olvidar a tu Pimentel y su muelle-ferrocarril, a tu Santa Rosa y al pescadito fresco anglado desde horas de la madrugada y recién traído a tu playa en “caballito de totora”... A tus “chinas cholas” con polleras sobre polleras, finos y alegres semblantes y trenzas interminables de grueso cabello negro azabache, colgando su ají panca en todo lo alto de sus puertas y ofreciendo su chicha de jora... O a tus emolienteros, integrados en tu paisaje adormecido, de rostros sonrientes y familiar afabilidad. Cómo poder olvidar tus heladerías de la Calle Pedro Ruiz Gallo, donde se daban el encuentro todos los primos, después de jugar a escondidas a “La Familia”! La Calle Santa Victoria con sus jardincitos, donde nos sentábamos a escuchar a los grillos y a admirar las estrellas, mientras las tías conversaban a puertas abiertas. Cómo poder olvidar a tu Barrio Satélite y a los encuentros de amigos de toda la vida, en conversaciones interminables, el “lleva y trae” de los papelitos-mensajes para los amores imposibles, los besos a escondidas de los que todos ya sabían; ya desganitándonos de la risa con las ocurrencias típicas del chiclayano ocurrente y atrevido, ya jugando a la “botella borracha” para despojar a todos de sus secretos, ya cantando con la guitarra alguna balada nostálgica...
Ay, Chiclayo de mis Amores, tierra santa y bendita de Dios. Quiera que tu gente esté siempre llena de carino y generosidad. Quiera que tu espíritu acogedor y tu criollismo prevalezcan en el tiempo. Aunque tu estampa sea una otra, quiera que tu corazón nunca cambie, para dulzura y regocijo de todos tus hijos predilectos y de tus visitantes. ¡Qué viva Chiclayo!... ¡Qué viva!

miércoles, 11 de abril de 2012

Estrenan versión teatral de "Los inocentes", de Oswaldo Reynoso, en Trujillo

"Los inocentes", afiche de la adaptación
teatral que se estrena en Trujillo, Perú.

Publicado originalmente el año 1961 con el título "Lima en rock", el libro de cuentos  "Los inocentes", del escritor arequipeño Oswaldo Reynoso es un clásico contemporáneo de nuestra literatura, que aborda los conflictos existenciales juveniles y la problemática adolescente, apelando al uso de la jerga y un lenguaje literario que marcó toda una revolución, hasta nuestros días. Equivocadamente, este libro en su época fue tildado de procaz y escandaloso, pero uno de los pocos escritores que comprendió la audacia de Reynoso fue José María Arguedas, quien entendió que estos cuentos llenos de dolor, ternura y marginalidad era parte de la realidad peruana.
A más de cinco décadas de su publicación inicial, "Los inocentes" reaparece en una adaptación teatral en la ciudad de Trujillo, bajo la dirección artística de Paco Tello y la producción general de Maggie Vallejo Palma.
Los ensayos han sido arduos para ir puliendo cada uno de los personajes de los cuentos como "Colorete", "Cara de Ángel", "El Príncipe", "Carambola". Con esa versión dramática de "Los inocentes", el teatro trujillano está realizando un aporte fresco e innovador a la dramatugia nacional, no sólo para la difusiòn de un autor emblemático de nuestras letras como Reynoso, sino para vincular a las tablas con la realidad juvenil.
Las funciones serán el jueves 12 y viernes 13 a las 8 pm. y el sábado 14 y domingo 15 a las 6 pm y 8 pm. en el Teatro Municipal.


Portada de la primera edicón de "Lima en rock"
de Oswaldo Reynoso, que luego denominó "Los inocentes", 
Portada de una de las últimas reedicones
de "Los inocentes" de Oswaldo Reynoso.

miércoles, 4 de abril de 2012

Papá Vasni, mi querido padre, en foto carnet

Nivardo Vasni Còrdova Tapia, mi padre, casado con
mi madre Grimaneza Salinas Balarezo.
Junto con mi hermana melliza, Olenka, nacimos
después de mi hermano Imer, el primogénito.
Siempre me puse a pensar por qué mi padre
me puso su nombre...
Ingeniero químico-industrial de profesión,
es sobre todo el jefe de mi familia, la persona
(junto con mi madre) que más admiro
en el mundo.
En esta foto carnet tomada por Papa Cudelio
-posiblemente para cumplir un pedido
del colegio o algún trámite- resaltan
las facciones de su rosto adolescente y
su camisa a cuadros.

sábado, 10 de marzo de 2012

Rimactampu

Junto al Cerro San Cristóbal, "apu" tutelar de Lima. (Foto Davis Fernández Vela, Chile)

En un solar del Rímac  (Foto: Davis Fernández Vela, Chile).

Meditaciones franciscanas... (Foto: Davis Fernández Vela, Chile).

Danzantes peruanos  (Foto: Davis Fernández Vela, Chile)

Julio Incrédulo, artista dramático y su personaje Nosferatu.



Documento de Pomacochas (Archivo San Francico de Lima, Foto: Di Hu)