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viernes, 2 de septiembre de 2011

Lambayeque: demolición imparable de arquitectura del s. XIX

Entrevista a César Maguiña realizada por Nivardo Córdova Salinas
Fotos: Instituto Americano de Investigación y Conservación (ICAM)

“Casi todo el patrimonio cultural de Lambayeque está en un lamentable estado de conservación”
Fachada casi en ruinas de la histórica Casa Cúneo, ubicada en la antigua Calle Real (Jirón 8 de Octubre) del Centro Urbano Histórico de Lambayeque. En 1820, este inmueble era conocido como la Casa Quesada, posteriormente en el siglo XX perteneció a la señora Águeda Leguía de Cuneo, razón por la cual hoy es conocida como la Casa Cuneo.

Casa Lamas, en el Jr. Elías Aguirre, antes (foto de arriba arriba) y después de su demolición (abajo).
Una clara muestra de que ni el INC-Lambayeque ni la Municipalidad Provincial de Chiclayo ni la comunidad tienen una clara conciencia de la conservación del patrimonio histórico monumental.



Casa que fue sede de la Corte de Justicia de la Policia, también en el Jr. Elías Aguirre, arteria donde se concentra la mayor cantidad de inmuebles con arquitectura del siglo XIX en Chiclayo. Antes y después de su demolición.


Fotorafía tomada durante la demolición del local antiguo del Colegio Nacional San José de Chiclayo, cuya arquitectura de estilo "art deco" databa de inicios del siglo XX.


Convento Franciscano de Santa María del Valle de Chiclayo, que data del siglo XVI. Junto con la Iglesia Matriz fue demolido en 1961. Maguiña se pregunta: ¿Cómo es posible que los arcos ojivales del monasterio, cuna de nacimiento de la ciudad, estén cubiertos por gigantografías con publicidad comercial, dejando de lado la puesta en valor del monumento?

El patrimonio cultural de Lambayeque, especialmente de los períodos del Virreinato y la República, está en peligro de desaparecer por el desinterés de las autoridades y la comunidad. En Chiclayo ha habido (y hay) demoliciones patéticas: la Iglesia Matriz, el Colegio Santo Tomás de Aquino, la antigua Planta Eléctrica, el Colegio Nacional San José y la lista podría continuar. El experto en conservación y restauración y director del Instituto Americano de Investigación y Conservación (ICAM), César Maguiña, denunció la inacción del INC y de la comunidad en general.

- Desde la demolición de la Iglesia Matriz de Chiclayo en 1961, ¿cuánto se ha avanzado o retrocedido en materia de conservación del patrimonio cultural en Lambayeque?
- Desde el fatídico año de 1961 que demolieron la Matriz y el primer claustro del Convento de Nuestra Señora de la Concepción de Chiclayo, hemos ido en retroceso. Esta demolición significo perder la de identidad cultural de Chiclayo, para dar paso a la  calle San José, ahora invadida por los “Ticos”; este retroceso esta patentizado con la demolición de los valores arquitectónicos del actual Colegio Nacional San José, diseñados por Karl Weiss hace 70 años, así como el estado actual del Politécnico Nacional Pedro A. Labarthe. ¿Cómo es posible que los arcos ojivales del monasterio, cuna de nacimiento de la ciudad, estén cubiertos por gigantografías con publicidad comercial, dejando de lado la puesta en valor del monumento del siglo XVI ubicado en pleno centro de la capital de la Región Lambayeque?

- En Lambayeque hay un visible apoyo a la conservación e instigación arqueológica del patrimonio precolombino, aunque también hay casos de "arqueotráfico". ¿A que se debe el desinterés por el patrimonio cultural de los períodos Virreinal y Republicano? ¿Tiene que ver con una cierta "satanización" del Virreinato?
- Mario Vargas Llosa, el recién galardonado Nobel de Literatura, nos acaba de dar una lección cuando dice “A mí me enorgullece sentirme heredero de las culturas prehispánicas que fabricaron los tejidos y mantos de plumas de Nazca y Paracas y los ceramios mochicas o incas que se exhiben en los mejores museos del mundo, de los constructores de Machu Picchu, Chan Chan, Kuélap, Sipán, las huacas del Brujo del Sol y de La Luna y de los españoles que, con sus alforjas, espadas y caballos, trajeron al Perú a Grecia, Roma, la tradición judeo-cristiana, el Renacimiento, Cervantes, Quevedo y Góngora, y la lengua recia de Castilla que los Andes dulcificaron. Y de que con España legara tambien el África con su reciedumbre, su música y su efervescente imaginación a enriquecer la heterogeneidad peruana”. Yo le agrego: también trajeron su arquitectura que las manos peruanas amalgamaron para crear un nuevo estilo arquitectónico hispanoamericano único en el mundo. El Premio Nobel nos ha dado la mejor descripción de lo que significa la unidad histórica del país: es un todo, no debemos fragmentarla ni discriminar, tanto la arqueología  prehispánica como el periodo virreinal y republicano. Todos los periodos forman la identidad cultural y una unidad histórica indisoluble, por tanto arqueólogos, historiadores, conservadores y otros tenemos la responsabilidad de promover y velar su puesta en valor.

- ¿Pero cómo lograrlo?
- No solamente debe crearse una unidad ejecutora para defender y poner en valor el periodo prehispánico, tambien igual trato debe de darse a los períodos colonial y republicano, no debemos discriminar, las leyes son para todos, no para un solo sector. Estoy de acuerdo con la investigación arqueológica prehispánica, pero que eso no signifique marginar a la herencia histórica del siglo XVI al siglo XIX.

- ¿Cuál es diagnóstico del patrimonio cultural de Lambayeque?
- El 90% del patrimonio mueble e inmueble de la Región de Lambayeque está en lamentables condiciones de conservación.

- Usted restauró hace unos años la Capilla de Mórrope. ¿Este logro es un modelo para aplicar a otros monumentos?
- Fue en enorme esfuerzo conseguir la nominación internacional como Sitio en Mayor Peligro en el año 2002 por la World Monuments Watch, que nos abrió las puertas a la cooperación internacional y nos permitió conjuntamente con un equipo técnico conservar y restaurar la capilla San Pedro de Morrope, que ya había comenzado su proceso de destrucción con el colapso de los muros laterales. La intervención  fue de emergencia por el estado en que se encontraba. Para nosotros como Instituto Americano de Investigación y Conservación, una modesta institución creada hace 15 años, es un enorme orgullo de haber contribuido con el país.

- ¿Cómo va la restauración de la Capilla Doctrinal en Lambayeque?
- La Capilla doctrinal debería de ser un patrón del manejo de la metodología de la conservación y restauración, se ha respetado su autenticidad y el proyecto ha seguido fielmente los pasos que todo proyecto de esta naturaleza debe cumplir para preservar la herencia cultural. Todo bien cultural necesita mantenimiento y conservación preventiva; la Capilla ha recibido -después de su restauración- cuatro períodos de lluvia fuertes como consecuencia de los eventos de El Niño en 2008, 2009 y 2010, que han  causado daños a su arquitectura de barro. Para reparar estos daños que felizmente no han afectado seriamente su estado estructural, se han hecho innumerables gestiones ante las entidades estatales de la región para que colaboren con materiales y mano de obra, pero hasta hoy no hemos recibido respuesta. Por el contrario, algunas partes maliciosamente interesadas quisieron confrontarnos contra la comunidad. Estamos gestionando la cooperación de otros buenos peruanos que contribuyan a proteger la Capilla ante los próximos eventos del Niño.

- ¿Qué otros proyectos están gestionando?
- La segunda nominación internacional que hemos conseguido ha sido la conservación y restauración de un sector del Monasterio de Santa Catalina en Arequipa, nominada el 2010 por la World Monuments Wacht, organización mundial con sede en la ciudad de Nueva York. Hoy se encuentra en pleno proceso de conservación.

- ¿Existe un catálogo completo de los bienes culturales de Lambayeque y por ende del Perú? ¿Es necesario tenerlo? ¿Por qué?
- Existe un catalogo de bienes inmuebles en la Región de Lambayeque, que registran un promedio de 200 inmuebles en las tres provincias declarándolos como Patrimonio Cultural de la Nación mediante Resolución, pero si hoy cotejamos ese numero con los que existen actualmente nos vamos a dar con la sorpresa que por lo menos 30 de ellos han desaparecido, la mayoría demolidos o modificados. El año 2004 mediante Resolución Directoral Superior, se formo la Comisión Técnica de Arquitectura y Urbanismo de Lambayeque, en la cual actuaba como Secretario Técnico. Fue una esperanza para detener la destrucción del patrimonio, funciono bien desde el 2004 hasta el 2006, dimos batalla contra las personas afanadas con la desaparición de nuestra arquitectura histórica,

- ¿Qué pasó después?
- Fue desactivada inexplicablemente al asumir el cargo como director del INC el señor Carlos Mendoza Canto, y volvieron a las antiguas prácticas de manejar el asunto del Patrimonio Monumental. Los resultados lo estamos viendo con la demolición del Hotel Royal, la demolición de una casona en la cuadra 9 de Elías Aguirre, la demolición del Colegio San José y muchas otras más. Chiclayo prácticamente ha perdido su centro histórico y nadie lo puede dudar porque a la vista está…

- Y en cuanto al patrimonio de arte religioso en las iglesias de Lambayeque ¿cuál es la situación actual?
- También quiero advertir una ausencia casi total de inventarios y catalogación de bienes muebles, especialmente los existentes en los templos, pero esta acción debe de ser realizada por personal debidamente especializado en este tema, no puede ser efectuado por cualquier persona que no ha recibido capacitación como está ocurriendo en la Iglesia San Pedro de Lambayeque. La  catalogación significa registrar el valor intrínsico del objeto y el valor económico que pudiera tener, además los datos registrados tienen que tener veracidad porque en algún momento será usado por los historiadores de arte y tambien para hacer los reclamos ante la policía en caso de robo. Es un trabajo especializado cuyos conocimientos se adquieren en los cursos y talleres que se realizan con este fin en el país y en el mundo.

- Usted, a raíz de la demolición del Hotel Royal, publicó una "Carta abierta" donde lamentaba la demolición y conservación sólo de la fachada de la Casa Townsend (Plazuela Elías Aguirre) el Colegio Santo Tomas Aquino (Calle 7 de Enero) y la Planta Eléctrica de Chiclayo (Plazuela Elías Aguirre). ¿Siente que fue un esfuerzo vano?
- Hicimos lo imposible por defender la intangibilidad arquitectónica del Hotel Royal, se valieron de argucias legales para conseguir ese objetivo, al que los funcionarios de Lima y de la municipalidad local contribuyeron. Estamos de acuerdo con el desarrollo de la ciudad, pero que esta no debe afectar el patrimonio histórico, que el desarrollo no esté ligado a intereses políticos y económicos para destruir el pasado histórico tangible, no sigamos repitiendo el caso de la demolición del monasterio de la Iglesia de Nuestra Señora de la Concepción de Chiclayo.

- Demoler el interior y dejar solamente las fachadas es una práctica muy común ahora, también en ciudades históricas como Trujillo o Piura. ¿Qué opina?
- Hemos denunciado que en Chiclayo se esta convirtiendo una práctica el dejar solamente las fachadas, una especie de cascarón, destruyendo el conjunto de los valores culturales que cada edificación ha adquirido con el tiempo. ¿Vamos a dejar solamente  cascarones del patrimonio arquitectónico histórico para las futuras generaciones?

- ¿Qué casos hay en Ferreñafe, Lambayeque, Pimentel, Eten, Reque, y otras ciudades lambayecanas, que debe denunciarse públicamente?
- Son muchos que faltaría espacio en esta entrevista. Señalé anteriormente que por lo menos el 90% del patrimonio histórico esta en malas condiciones y en peligro de pérdida irreversible, uno por la ausencia de una política de conservación, el descuido, la dejadez, y lo más importante: la falta de identidad con nuestro pasado. Por ejemplo en Puerto Eten las locomotoras están cubiertas por la herrumbre y canibalizadas, la pintura mural religiosa del mochero Marquez de los años 40 modificada burdamente perdiendo su autenticidad, la Casa Cúneo en Lambayeque que se sostiene milagrosamente por la gracia de Dios.

- A nivel personal usted debe ser, para muchas personas, una “persona non grata”…
- Lamentablemente la defensa que ejerzo con terquedad, tanto del patrimonio arqueológico e histórico ha servido para estar vetado para participar en proyectos de conservación del Patrimonio Cultural de la Región Lambayeque. Proyecto que se presenta es denegado. Pero a pesar de eso seguimos vigentes, seguimos dando lucha para la defensa de la herencia cultural, somos tercos, no claudicamos. Y te cuento un caso curioso: me invitan como conservador restaurador en otras partes del mundo. Por ejemplo, varia veces he propuesto la conservación de la estatua de bronce de Elías Aguirre en su plazuela y no recibo respuesta, pero voy a Nueva York y soy invitado para participar en la conservación y traslado de la escultura “Mujer” del artista Pablo Picasso en la Universidad de Princeton, o a dictar una conferencia en un evento internacional en La Vieja San Juan en Puerto Rico, pero estoy  impedido de participar en el rescate del patrimonio de la región Lambayeque, con excepción de San Pedro de Morrope que ha sido una iniciativa personal.

- A raíz de la demolición de parte de la infraestructura antigua del Colegio San José, ¿cuál cree que debió ser la solución técnica para conservar la identidad arquitectónica de este colegio emblemático?
- El congresista Velásquez Quesquén cuando era el Premier declaro que “se aprovechará el amplio espacio del terreno con que cuenta el Colegio Nacional para la construcción de nuevas aulas, o que el colegio será refaccionado. En otras declaraciones indica que sería remodelado, pero nunca dijo que se demolería totalmente la arquitectura histórica del hoy glorioso, emblemático, centenario y demás títulos del Colegio que no le han servido de nada. Ha sido demolida en más del 90%. La parte dramática es que en esta demolición ha estado de acuerdo su director y los parlamentarios lambayecanos han permanecido mudos para defender el colegio.
La historia se repite: en 1961, el primer local del Colegio Nacional San José que funcionaba desde 1859 en el antiguo monasterio franciscano del siglo XVI, fue demolido. Hoy  su segundo local tambien es demolido, borrándose totalmente su pasado histórico tangible.

- ¿Por qué cree que fue demolido?
No se ha tomado en cuenta los valores culturales arquitectónicos que adquirió el Colegio con el tiempo. De un diseño único en el país porque fue concebido por su recordado director Dr. Karl Weiss. Por sus aulas han pasado decenas de promociones, que hoy día han perdido su identidad cultural, porque nadie puede decir en el futuro  “Yo estudie en este local”. No se justifica la demolición por varias razones, la más simple la existencia de más de 10 hectáreas libres que colindan con el plantel. Uno se pregunta ¿cuál ha sido el interés de demoler y construir uno nuevo en su reemplazo? La arquitectura del destruido colegio no estaba en peligro de colapsar, lo demás es cuento. Inclusive, va a ser demolida la pintura mural de 15 por 5 metros, pintada por el artista chiclayano Oscar Allain Cotera. Esta pintura debería haberse desprendido antes de la demolición y más aun el proyecto de construcción debería de haber considerado su salvataje.
- Si se destroza el patrimonio mueble e inmueble ¿cuál es el estado del patrimonio inmaterial (cultura viva)?
- Cuando observamos las estampas que el Obispo Baltasar Martínez de Compañón mandó a dibujar, vamos a observar el registro de las danzas que se bailaban en la región norte, un promedio de quince. De esas danzas solo queda: la de Los diablitos de Túcume, el resto se perdió definitivamente. Hasta donde sabemos, no existe ninguna institución de investigación a nivel universitario que se interese por estos aspectos, hay grupos que promueven la cultura viva, pero son esfuerzos de grupos privados con otros objetivos. Es una tarea del estado que está pendiente en la Región Lambayeque. Creo que con esto doy respuesta a tu pregunta

- ¿Qué recomienda para que los niños y jóvenes conozcan y valoren el patrimonio cultural?
- Es una labor de formación educativa inculcarles los valores del verdadero significado de la identidad cultural y la importancia de la conservación del Patrimonio Cultural arqueológico e histórico, considerando que representa la unidad histórica de la región, dejar de lado las diferencias y discriminaciones en este campo arrinconando al patrimonio cultural colonial y republicano a su suerte. Esperemos que con la nueva administración del gobierno regional y la municipalidad de Chiclayo cumplan con las normas de protección que están contenidas en sus leyes orgánicas y por supuesto la participación de la comunidad y la formulación de una política de conservación.

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