Buscar este blog

lunes, 1 de febrero de 2010

Luis Valle Goicochea, el poeta de La Soledad

EDITAN OBRAS COMPLETAS DE LUIS VALLE GOICOECHEA

Por: Nivardo Córdova Salinas (nivardo.cordova@gmail.com)

Una poesía nostálgica y evocadora de la infancia, donde están presentes la soledad, el desconsuelo y el misticismo está presente en "La pared torcida", obra poética completa del escritor liberteño Luis Valle Goicochea editada por la Universidad Alas Peruanas (UAP) para rescatar una de las más altas voces de la lírica nacional, la cual ha contado con el decidido apoy de los familiares descendientes del poeta, especialmente su sobrino Luis Valle Cisneros.
Medio sigo después de su fallecimiento se ha emprendido la tarea de publicar toda la obra lírica de Valle Goicochea, quien nació en el poblado de La Soledad (Pataz), aproximadamente en 1910 y falleció trágicamente en Lima en 1953. Aunque en 1974 el INC había publicado una primera versión de la poesía completa de Valle -en esa oportunidad con prólogo de Aurelio Miró Quesada y la compilación hecha por el poeta Francisco Izquierdo Ríos-, la nueva edición contiene varios libros inéditos y poemas sueltos, reunidos bajo el auspicio de la Universidad Alas Peruanas que ha sido compilada por el poeta Jorge Eslava. Anoche, los familiares y descendientes del llamado "poeta de la infancia" se dieron cita en la Casa de la Emancipación para presentar este libro, al que le seguirá la obra en prosa y su trabajo periodístico, pues Valle cooperó con los diarios El Comercio de Lima, La Industria de Trujillo, El Deber de Arequipa. Marcado por un sino trágico, Valle tuvo períodos de misticismo marcados por sus estudios sacerdotales, así como su enclaustramiento voluntario en El Convento de La Recoleta en el Cusco, de los que salía compulsivamente para sucumbir ante el alcohol. De esta lucha da cuenta Ciro Alegría, quien fue su amigo, entre otros notables escritores peruanos como Sebastián Salazar Bondy, Aurelio Miró Quesada, Martín Adán, entre otros, quienes lo describen como un poeta frágil y sensible, ajeno a los vaivenes del vanguardismo y más cercano a una poesía mística de tonos rurales y lugareños, donde la tristeza es permanente. En "La pared torcida" se ha incluido toda su obra poética: "Canciones de Rinono y Papagil" (1932), "El sábado y la casa" (1934), "La elegía tremenda y otros poemas" (1936), "Parva" (1938), "Los zapatos de cordobán" (1938), "Paz en la tierra" (1939), "Miss Lucy King y su poema" (1940) y "Jacobina Sietesolios" (1945) poema dramático sobre San Francisco de Asís. Como novedad se incluyen sus poemarios "Al oído de este niño" (1943-44), "Amor acecha" (1939), "Sal" (1939), "Tema inefable" (1944-45), y otros poemas sueltos. Los familiares del poeta confirmaron la próxima aparición de las prosas completas, que incluirá las cartas a Esther Allison, escritas en un cuaderno durante su estadía en el Hospital Hermilio Valdizán, donde aborda sus "desesperados insomnios", textos que fueron publicados en el diario El Comercio en 1958 bajo el nombre de "Diario de Hospital". Con el diario decano escribió la columna "El árbol que no retoña". (ncs)

No hay comentarios:

Publicar un comentario