ESCAPO DE LA CIUDAD y me entrego a la ventana. Desde aquí veo el cielo y me basta cerrar la puerta para salir a dormir sobre la cabeza de un pájaro. Escapo de las palabras y sueño con las voces calladas. Me gustan aquellos parques cuyas bancas de concreto son el espacio perfecto para una letanía. Voy a concentrarme en el sueño y en no despertar dormido, encarar de frente lo que se viene: comenzar a desaparecer.
(De "Poesía ínfima", Nivardo Córdova Salinas)
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