Con "El jardín de la doncella", el narrador Carlos Rengifo (Lima, 1964) ganó el XIV Premio de Novela Corta "Julio Ramón Ribeyro" del Banco Central de Reserva el año 2011.
Ambientada en la Lima virreinal del siglo XVI, la obra de veinte capítulos está centrada en un personaje femenino: Magdalena de los Ángeles Trebejo, enigmática adolescente a cuya vista los hombres enloquecen o son víctimas de extrañas circunstancias que les acarrean la locura y la muerte.
La habilidad de Rengifo para el cuento corto y que le ha ganado la merecida fama de ser uno de los narradores peruanos más dotados, se encuentra aquí con un reto que él se empeña en cumplir poniendo de manifiesto todas sus habilidades: buena prosa, descripción detallista de la época, dominio del tempo narrativo. Sin embargo el resultado, a pesar de que es un relato correcto, va en un ritmo creciente que nos hace esperar más, quizás el requiebro contundente.
Como decía el escritor Julio Cortázar, haciéndo un paralelismo con el boxeo, en el cuento el narrador está obligado a ganar por knock out, mientras que en la novela deberá ganar por puntos. Rengifo, cuyo talento es indiscutible, se esfuerza por alcanzar el clíma narrativo a través de una serie de situaciones que rodean a Magdalena de los Ángeles, pero en el esfuerzo logratrazar una novela descriptiva, aunque no lograr alcanzar la cima que anhela aquí.
A la crítica muy precisa sobre las cuestiones técnicas relacionadas a la urdimbre de la trama y a los logros en la realización publicados en el blog Literatura portátil, podemos acotar que esta novela se presta a una interpretación simbólica sobre la religiosidad popular, el sincretismo religioso, el mundo de la censura en el período virreinal peruano, las fronteras entre la virtud y el pecado, las nociones de bien y mal en la sociedad colonial. La novela nos parece que tiene como leitmotiv a algunos expedientes de excomunión y de exorcismo del virreinato peruano, como aquel del Convento de Santa Clara de Trujillo, claro que son los matices ni el tono de los jueces de la inquisición
En "El jardín de la doncella" queda claro que la técnica necesita también del fondo contundente, y que si hay un material interesante, éste -para trascender lo meramente local y llegar a lo universal- debe obligatoriamente llegar a tocar las fibras del ser humano. Pero la actividad recensionista (como ésta) o la crítica, generalmente mira desde lejos y generalmene nos cuesta ponernos en los zapatos del autor. Por eso es que tampoco estamos a favor de desmerecer, desestimar o subestimar esta obra, que bastante méritos tiene.
Felicitamos a Rengifo por su esfuerzo, por su valentía y por su trabajo que le ha granjeado este merecido premio. Esperamos de él todavía mucho más.
En "El jardín de la doncella" queda claro que la técnica necesita también del fondo contundente, y que si hay un material interesante, éste -para trascender lo meramente local y llegar a lo universal- debe obligatoriamente llegar a tocar las fibras del ser humano. Pero la actividad recensionista (como ésta) o la crítica, generalmente mira desde lejos y generalmene nos cuesta ponernos en los zapatos del autor. Por eso es que tampoco estamos a favor de desmerecer, desestimar o subestimar esta obra, que bastante méritos tiene.
Felicitamos a Rengifo por su esfuerzo, por su valentía y por su trabajo que le ha granjeado este merecido premio. Esperamos de él todavía mucho más.
(Rengifo, Carlos. "El Jardín de la doncella". Lima, Banco Central de Reserva del Perú, 2011. 230 pp.)
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